Visita a Gibraltar

05.11.2024

    Buenos días, buenas tardes o buenas noche, depende cuando lo vayas a leer. Os voy a contar la historia de una fotografía que le hice a mi hija en Gibraltar el verano pasado: "El peso de la cabina de teléfono".

   El viaje comenzó con la ilusión que nos entró, a mi mujer y a mí, de hacer un viaje a las playas de Bolonia; os la recomendaría fervientemente, pero ya están demasiado masificadas. Yo, que soy muy raro, no me bañé, lo hicieron mi mujer y mis hij@s por mí. Las aguas del Atlántico son muy frías para mi sensibilidad, y mas viniendo del Mediterráneo como vengo yo. La playa de Bolonia para mí es espectacular; la arena fina y las dunas que forma. Yo estoy acostumbrado a playas con arena de reposición, o sea, playas de arena gravosa cubiertas de arena fina provenientes del machaqueo de las piedras de las canteras. Pasamos todo el día allí, y a medio día comimos en un chiringuito con vistas a las ruinas romanas de Baelo Claudia, dignas de ver. No hay muchas playas que cuenten con este aliciente cultural. Para quien no lo sepa, son las ruinas de las instalaciones que tenían los romanos para hacer el garum, salsa de pescado que los romanos elaboraban con las vísceras fermentadas del pescado de varias especias y que se utilizaba como condimento en la copiosas comidas y cenas que realizaban. El garum para ellos era como el oro en gastronomía, muy caro. La comida que hicimos nosotr@s estuvo muy bien, pero sin garum.

   Para pasar la noche alquilamos una "tienda de campaña" en un camping de Tarifa. A mis hijos le hizo una ilusión tremenda, la verdad es que estaba muy chula. Era una tienda de campaña prefabricada al estilos de lo indios americanos. Muy original, tenia dos camas dobles, y hasta disponía de un pequeño frigorífico. Lo malo que tenía es que, como buen camping, los baños y duchas eran comunitarios. Por la noche cenamos en el restaurante del propio camping y muy cansados no fuimos a dormir.

   Al día siguiente es cuando habíamos planificado la visita al Peñon. Nos levantamos, recogimos todo y desayunamos en el camping. Pagamos y cogimos el coche dirección al extranjero y sin pasaporte (se pude entrar con el DNI). Para entrar hicimos una cola de al menos una hora y media, y pudimos entrar (no tenemos antecedentes penales). Íbamos con la ilusión de coger el teleférico para subir a la zona alta para confraternizar con los monos. Nos costo dios y ayuda de encontrar las instalaciones del teleférico, pero las encontramos. Una vez allí nos pareció tan caro, y hacía tanta calor, que abortamos la subida. Decidimos hacerla, pero en primavera u otoño. Así que aprovechamos para hacer la visita la parque de diferentes especies de arboles que estaba al lado. Y en ese recorrido vi la foto. A un lado mi hija, al otro lado una cabina inglesa en el fondo. Entonces pedí a mi hija que extendiera los brazos y que pusiera las palmas de las manos enfrentas, para intentar hacer la ilusión óptica de tenerla entre las manos. Cuando se puso en la posición solicitada toque el icono de toma de fotografía y ahí la tenéis. Está en el apartado de fotografías con edición ligera, espero que os guste a tod@s.

   Bye, bye my friends,

                                      nandoLARA